Oso, nuestro querido y fiel gran Pastor Alemán, reposa en el jardín de la casa luego de una de sus acostumbradas largas caminatas-
El, tiene su historia.
Un día apareció en nuestra casa y no quiso irse, permaneció por varios días
Salía a la calle libremente y regresaba a veces rápido, y en otras, demoraba un poco
Un día salí en el carro a visitar a una amiga, y en el camino vi en la puerta de una casa a un perro igualito a Oso, paré el carro, lo llamé, y vino cariñoso.
De la casa salió una señora a decirme que era su perro, y yo le discutía que era mío.
Al final ambas nos dimos cuenta que Oso tenía 2 familias, y se quedaba un tiempo con cada una.
Aceptamos seguir así.
Lamentablemente un día, en medio de sus correrías, Oso cruzó una vía rápida y fue atropellado. Murió.
Su recuerdo permanece entre nosotras y nuestros hijos
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